La seguridad en el entorno laboral es una prioridad para las empresas, y las cámaras de vigilancia desempeñan un papel fundamental en esta tarea.
Más allá de ser herramientas para disuadir robos, su implementación se ha extendido como mecanismo de control de la productividad. Sin embargo, su uso puede generar controversias debido a preocupaciones sobre la privacidad de los trabajadores.
Los patrones a menudo optan por instalar cámaras de vigilancia o sistemas de monitoreo del rendimiento laboral para evaluar el desempeño de cada colaborador. No obstante, esta práctica puede chocar con el derecho a la privacidad de los trabajadores.