La ingeniería social, en términos sencillos, es el acto de engañar a las personas para obtener información confidencial o realizar acciones perjudiciales. Los ciberdelincuentes actúan de forma sutil y persuasiva a través de aplicaciones móviles, explotando la confianza de los usuarios, ya sea a través del acceso remoto a sistemas operativos, la derivación de FaceID, la instalación de aplicaciones maliciosas, el intercambio de SIM o incluso el Vishing (llamadas de voz fraudulentas) para engañar a las personas y obtener información valiosa.