La tecnología de Internet de las Cosas (IoT, en sus siglas en inglés) ha revolucionado la forma en que se gestionan los procesos en diversas industrias, y el sector agropecuario no es una excepción. En particular, la capacidad de controlar y monitorear la temperatura y humedad en la agricultura y ganadería mediante estos dispositivos ha demostrado ser invaluable para mejorar la eficiencia, la productividad y la calidad de los productos.