La inteligencia artificial ha evolucionado muchos en los últimos años con ChatGPT al frente. Este bot conversacional ofrece numerosas funciones a la hora de generar respuestas realmente detalladas prácticamente de cualquier tema. Todo esto está respaldado por un entrenamiento exhaustivo por parte de OpenAI que va mejorando poco a poco, teniendo en la actualidad la última versión que es GPT-4.
Pero aunque desde fuera parece que todo son funciones realmente maravillosas, lo cierto es que algunas personas le pueden sacar el lado más negativo. Y uno de ellos radica precisamente en que puede ser una gran ayuda para realizar ingeniería social con el objetivo de sacar datos personales a usuarios concretos